Laura Verdeguer

Noto, como la frescura del aroma a naranjo invade y llena de alegría todo mi ser. Siento como la arenita es removida gracias a mis pies precisos que corren sin parar. Me siento libre, alegre, descontrolada. Oigo a mi hermano inspirar y expirar cada vez mas fuerte, esta cansado, lo noto; hoy yo ganaré la carrera. Nos miramos con mirada picara. Mientras corremos no hablamos pero los dos sabemos perfectamente lo que nos decimos. Su mirada me dice: - Vas a perder, porque ahora correré mas que tú. Mientras que la mía le dice: - Lo tienes claro, yo, voy a ganar. Pero por culpa de no mirar al suelo, volé tan alto como Peter Pan, ya que tropecé con una piedra. Mi hermano riéndose me ayudó a levantarme, se podría decir que los dos ganamos la carrera ese día.