A las afueras de Nueva York en Appel Street una chica llamada Carrie llena de esperanza y recuerdos cree que es imposible que ella pueda amar después de la muerte de su madre pero, ¿Y si se equivoca?

Empiezo una nueva historia

Carrie

diumenge, 23 de gener del 2011

Cap.17 Un precioso vestido blanco

Cuando entré a clase Allan ya estaba sentado en nuestra mesa. Nuestra mesa se encuentra al final de la clase. Se puede decir que es la mesa más marginal ya que yo soy también la chica mas marginal. Avanzo por la clase cuando veo que Ashley tira el bolso en medio de el pasillo entre fila y fila como si quisiera que me tropezara. Entonces ágilmente doy un pequeño salto y lo esquivo sin problemas oyendo murmurar a Ashley. Me siento en la silla y noto como Allan me mira.

- Hola - le digo con una sonrisa.
- Hola - contesta apartando la mirada.

Entonces entra el sñ. Buttercup a clase y decido no darle importancia al gesto de Allan. Pasaban los minutos y a mis ojos cada vez les costaba mas permanecer abiertos. Así para evitar el sueño decido observar la clase. Nadie muestra ningún interés por lo que el sñ. Buttercup esta diciendo. Cat y Joe que se sientan delante no son mucho menos, tampoco hacen caso a nada de lo que dice el sñ. Buttercup. Delante de Cat y Joe se encuentran Ashley y Stacia. Stacia es el típico perrito faldero de la reina de la popularidad que tiene miedo de intentar superarla por si esta entonces le quita la popularidad, su única droga para vivir. Ashley mientras tanto se pinta las uñas de un tono rosa horrible debo destacar. En la mesa de el lado se encuentra Will. De pronto se gira y me mira y sonríe. Le sonrío y sigo con mi visita turística por clase. Con Will se sienta Samantha, tal vez la única que atiende al sñ. Buttercup. Samantha es la típica, bueno no tan típica chica inteligente que oculta sus preciosos ojos bajo unas gafas de pasta casi tan grandes como el culo de un baso. Su único sueño, llegar a ser jefa de un buffet de abogados. Me canso de observar la clase y decido observar esta vez la ventana. Apoyo la cabeza sobre mis brazos sin dejar de mirar la ventana. A través de ella lo veo. Un precioso vestido blanco de nieve recubre toso el aparcamiento, todos los arboles, todo el campo de football, todas las mesas del almuerzo. Todo. Me relajo y entonces empiezo a pensar que son las primeras navidades en las que que ella no las estará con nosotros. De pronto miles de imágenes vienen a mi cabeza. Era tan divertida, era tan guapa, era tan especial. . . Noto como mis ojos empiezan a humedecerse. Pero las imágenes no cesan. La veo a ella, a Elliot, a James. . .y a mi, feliz sin saber ni imaginar que ella se podría marchar tan repentinamente. Y ahora las lágrimas no se ocultan, no se esconden. Escondo la cabeza entre mis brazos esperando a que esas imágenes se borren. No vuelvan. Desaparezcan. En el intento de comprobar si alguien me a visto, suspiro al ver que todos no me han visto, todos menos el, que me mira de reojo desde el asiento de al lado. Entonces intentando hacer como si no lo hubiera visto vuelvo a esconder la cabeza entre mis brazos y no la vuelvo a sacar hasta que estoy segura de que mis ojos ya no están rojos. Entonces saco la cabeza y sin atreverme a mirarlo y intento atender al sñ. Buttercup. Que repite una y otra vez que la semana que viene en el concurso de talentos. No hace falta que lo recuerde. Todos los pasillos, todas las taquillas están llenas de pancartas, papeles que lo anuncian. Pero no solo anuncian eso si no también el baile de las vacaciones de navidad que habrá después. Como todos los años sigo sin pareja. Cat y yo siempre íbamos juntas pero este año Cat irá con Joe. Así que yo seguramente no vaya. La clase de el sñ. Buttercup por fin termina dejando paso a dos horas de clases sin ninguna distracción ni diversión alguna. Por fin se acaba la última hora y salgo de clase para recoger los libros de la taquilla y irme a casa, entonces cuando la cierro, Allan sale por detrás extendiéndome la mano con la cual sujeta un casco.

- ¿Vienes?

PD: No escribir durante todo este tiempo se que no tiene perdón cuando os prometí que escribiría a menudo. Pero he tenido problemas técnicos ya que escribí este capitulo tres veces y las tres se me borró. Losé XD Un poco estúpido. Pero bueno, lo siento. Mañana intentaré escribir aunque, se acercan los exámenes. No os prometo nada pero de momento, Comentad. XOXO

diumenge, 2 de gener del 2011

Cap. 16 ¿Porque no?

Desde mi última conversación con Ashley, ha pasado mucho tiempo, para ser exactos, un mes. Dentro de poco llegará la navidad y las vacaciones con ellas. Este último mes he compuesto una nueva canción que seguramente me hará ganar el concurso de talentos que hay en el instituto dentro de 3 semanas. Con Allan. . . bueno, he hablado lo normal en clase. He estado muy centrada en mi música. James sigue con Clarie. Cat con Joe y yo, como siempre, odiando un poco mas a cada minuto el amor. Y Will. . . porque hablar de el.

Llevaba una hora en la cama sin poder dormir dando vueltas sobre mi misma, dentro de tres horas tendría que levantarme e ir al colegio. Pero no podía dormir. El invierno se acercaba y ya estaba empezando a nevar. Hacía frío pero oía el dulce sonido de la nieve caer de la copa de los arboles a causa de el viento. Me asomé a la ventana. No a la que daba a la habitación de Will, a la otra. Y lo vi. El cielo mas estrellado que había visto nunca. Al ver esa imagen miles más pasaron por mi mente. Me puse el Abrigo y silenciosamente bajé las escaleras de casa. Con mis pies de puntillas intentando hacer el menor ruido posible abrí la puerta y salí fuera al jardín. Appel Street estaba llena de nieve, solo tenia ganas de tirarme sobre ella. Pero me controlé. Eran las cuatro de la mañana y todas las luces de las casas que rodeaban la manzana estaban apagadas. Todas menos una. Una, en casa de Will. Su habitación. No le di importancia y me dirigí al jardín trasero para subir por la escalera de madera al tejado. El tejado ahora era realmente peligroso, estaba lleno de nieve. Cuidadosamente logré subir y acostarme. Hacía frío, pero no me importaba, estaba cómoda y muy a gusto. Mire hacía arriba. Un remolino de estrellas me iluminaban en plena noche de diciembre, tan bonitas, tan especiales, tan estelares.

- Una noche estelar - dije en voz alta y sin pensar.
- Como la de verano - me contestó alguien.

Mi corazón latía demasiado fuerte para ser normal. Reconocía esa voz, su voz. Me levanté despacio para quedarme sentada.

- ¿Que haces aquí? - le pregunté.
- No podía dormir, y te he visto subir - dijo Will sin mirarme a la cara.
- Es peligroso que estes aquí arriba - le dije.
- Jajajaja, ¿Peligroso? Entonces que haces aquí - dijo esta vez mirándome.
- Ya sabes lo que hago, relajarme. Mirar las estrellas como esa. . . - no pude terminar la frase.

Will se había sentado a mi lado. Los dos mirábamos las estrellas.

- ¿Que es de tu vida? - me atreví a preguntarle.
- Pues bien, ya sabes. Sin ti no es tan divertida - dijo mirando las estrellas.
- Es que yo soy muy divertida, sin mi es normal que te aburras - dije vacilando y riéndome al mismo tiempo.
- La echaba de menos - dijo.
- ¿El que? - le pregunté extrañada.
- Tu risa - dijo girando la cabeza para mirarme.

Entonces alcé mi mano y con el meñique levantado le dije:

- ¿Amigos?
- ¿Porque no? - dijo sonriendo, con esa sonrisa.

Y así se hicieron las 6 de la mañana. Estaba medio dormida sobre su hombro cuando dijo:

- Carrie no te duermas, son las seis, tengo que ir bajando y tu también deberías.
- ¿Eing? ¡Ah si! - dije sobre saltada.

Bajamos cuidadosamente y amistosamente nos despedimos. Entre a casa y gracias a mi buena suerte James seguía durmiendo. Entré en mi habitación y tal como abrí la puerta me tiré en la cama quedándome dormida como un tronco.

¡Pip-pip! Sonó el despertador. Alcé mi mano y te un golpe lo apagué.

- ¿Pero que hora. . . ? ¡Mierda!- dije adormilada.

Me levanté tan rápido como pude. Entre corriendo al baño y me lavé los dientes. Por el pasillo estaba Elliot adormilado caminando como si fuera un zombie. Me puse lo primero que cogí del armario y maje las escaleras de dos en dos.

- ¿Que hay para desayunar? - dije.
- Hay tortitas, y ya puedes darte prisa porque Cat lleva ya cinco minutos esperándote - me dijo James.

Me comí las tortitas, me puse las botas de nieve y salí hacía el coche de Cat. Mientras me quedaba embobada viendo las pisadas que las botas dejaban sobre la nieve del jardin Will me gritó desde el portal de su casa:

- ¡Buenos días!
- ¡Buenos días! - le dije sonriendo.
Subí al coche y Cat con la cara como uno de los cuadros de picasso me preguntó:

- ¿Están mis ojos locos, o Will te ha dado los buenos días y tu le has sonreído?
- Jajajajaja tus ojos no están locos de momento. Verás. . . - le dije. Y le conté todo.
- Bueno, siempre pensaré que es un capullo, pero me alegro - dijo Cat mientras aparcábamos en el parking y saludaba a Joe.
- Entonces, ¿sois amigos? - me preguntó Cat.
- Sí. Amigos - le dije muy contenta.

Pd: Os merecéis que os escriba. Gracias por los comentarios. Me animasteis muchísimo cuando los leí todos y cada uno de ellos. No son demasiados, pero suficientes para saber que realmente queréis que siga escribiendo. Pero esto no significa que tenéis que dejar de comentar. Al contrario, ahora me tenéis que comentar mas que nunca para que mis ánimos cada día sean mayores para escribir. Intentaré escribir más a menudo os lo prometo. Y no soy de felicitar y eso pero igualmente ¡Feliz 2011!