- Hola - dijo Allan alegremente.
- Hola - le contesté.
Pero entonces el Sr. Buttercup nos cortó la conversación pidiendo silencio inmediatamente. Entonces empezó.
- Chicos hoy vamos a hablar de lo que nos aporta o significa la música para nosotros, vamos a ver por quien empezamos ... ¡Oh! Tú Ashley - dijo el Sñ. Buttercup.
- ¿Yo profesor? - dijo con esa voz repipi e insoportable. Pues me aporta diversión en el equipo de animadoras y cantantes muy guapos. Muy guapos.
Entonces mi risita incontrolada salió a la luz. Y media clase se dio la vuelta para mirarme.
- Y a ti, ¿Carrie? Ya que te ries quieres explicarnos, ¿que te aporta a ti la música? - dijo el Sr. Buttercup mirándome fijamente.
Y sin pensarlo dos veces mi boca se abrió y empezó a hablar por ella sola.
- No sabía que la música era tan importante para mí, hasta que llegó el día en que mi madre falleció. La música era algo que llenaba su vacío y la tristeza que sentía mi corazón. Toco la guitarra y estoy metida en el mundo de la música desde los siete años. Pero tan solo sentí que era importante para mí, tres meses después de cumplir los quince años. Cuando falleció mi madre y caí en un vacío tan grande casi como la propia muerte. De aquí un mes, hará un año desde que la música forma parte de mi ser. La música me permitió tener el lujo de saborear el mundo de la felicidad tan solo durante unos instantes. Pero eso me fue suficiente para poder seguir adelante. Eso es la música para mí, simplemente mi vida.
Entonces me di cuenta. Acababa de revelar mi más profundo pasado a personas que ni siquiera consideraba amigas. Un típico vomito de palabras de los míos. De lo que pienso y no quiero decir. Por fin había podido desahogarme. Aunque esta vez acababa de revelar una parte de mí. Y eso no me gustaba demasiado. Pero por primera vez por cualquiera razón en todo el día. Podía decir que, sí, me sentía feliz.