A las afueras de Nueva York en Appel Street una chica llamada Carrie llena de esperanza y recuerdos cree que es imposible que ella pueda amar después de la muerte de su madre pero, ¿Y si se equivoca?

Empiezo una nueva historia

Carrie

dimarts, 26 d’octubre del 2010

Capitulo 14. ¿Realmente soy feliz? Primera parte

¿Porque Will seguia buscándome por cada rincón? Era despreciable. Mientras cruzaba mi jardín, que hoy por alguna razón estaba mas bonito que otros días, me acaricie el pelo recordando los segundos anteriores que habías parecido horas junto a Allan. Reí inconscientemente ruborizada al recordar a Allan y de pronto me estiraron por el brazo. Me giré rápidamente, era Will.

- ¿Que quieres? - dije con un tono bastante despreciable mirándole a los ojos fijamente.

Hacía muchísimo tiempo que no había visto los ojos de Will tan intensamente. Entonces otra vez, un baile de recuerdos volvió a mi. Intentando ser fuerte, seguí con la cabeza alta mirándole a los ojos fijamente. Empezaba a sentirme incómoda pero mi mirada debía estar clavada en sus ojos era necesario que pensara que ya no me importaba. Pero sus ojos ... Eran sus ojos.

- Carrie, no puedo creer que salgas con ese tío - dijo con tono despreciable.
- No lo puedo creer, pero de que vas. Como te atreves a dirigirme la palabra. Y encima por esa tontería. No salimos ni nada por el estilo. Pero si lo hiciera tampoco debería importarte. ¿Que a caso tu no sales con Ashley? ¿ Que no eres feliz? Vete a molestar a otra - dije furiosa.

Y ese vomito de palabras fue lo que hizo que Will, me soltara. Mirara al suelo furioso y diera media vuelta para entrar a su casa.

Y mi gota de sudor, cayó. No podia creer lo que le había dicho. Por fin le había dejado las cosas claras. No me arrepentía. Pero tenía la necesidad de entrar corriendo a mi casa. Cerré la puerta, me deje caer al suelo y empecé a llorar. ¿Realmente estaba feliz?

dilluns, 25 d’octubre del 2010

Cap. 13 Segunda parre

Cogida a la cintura de Allan casi no tenía tiempo de pensar. Mi corazón palpitaba ala velocidad de la luz. Estaba nerviosa, íbamos muy deprisa y Allan me desprendía el calor suficiente como para no tener frío. Entonces cuando me di cuenta ya estábamos en Apple street. Pasamos de largo la casa de Will y entonces Allan frenó en seco. Sentía ganas de continuar abrazada a el pero eso era imposible. Salté de un brinco y me quite el casco. Mi pelo había quedado echo un desastre, parecía sacado de un libro de terror entonces Allan se rió.

- ¿De que te ries? - le pregunté un poco irónica.
- Jajajajaja, ven aquí - me dijo.

Entonces me cogió por el brazo y me acercó a el. Mientras la mano de Allan acariciaba mi pelo en intento de arreglarlo, sus ojos, sus ojos estaban fijados en mi. Me sentía ruborizada no sabía que decir, que hacer o donde mirar. Y por fin su mano callo a su bolsillo. Sin bajar de la moto. Me volvió ha acercar, pero ahora solo mi cara hacia el. Y sin tiempo a pensar su boca estaba clavada en mi oreja diciendo:

- Espero que la próxima vez que me abraces así no sea porque vallas en moto conmigo.

Se puso el casco y sin darme tiempo ni a despedirme. Allan arrancó y se marchó. Pero lo más divertido de ese día fue ver a Will con la cara apegada a su ventana. Viéndolo todo.